The Olympics is an opportunity to bring together the world’s
cultures and diversity in the spirit of competition and cohesiveness. All around the world in practically
every country on earth we gather in front of our televisions, laptops, ipads
and smart phones to cheer on the spirit of humanity as it plays out in its most
genuine form. The athletes play to
win and they relish in their appetites for victory, but in addition to winning
they embrace the brotherhood of sport.
Through their competitive spirit athletes embrace one commonality above
all else and that is the drive to succeed and encourage their fellow
competitor. When the race begins
or the first serve is played all else is placed aside, no competitor focuses on
the color of their opponents skin or hair, the height of the competition or the
sexual orientation of their opponent, they focus on their own ability to
perform at the peak of their athleticism and to cross the finish line
first.
This past week in Rio a journalist decided to highlight
something entirely different in the world of the Olympic games, he chose to
focus on the differences that divide us instead of the sport that binds
us. A young straight white married
man with a kid decided it would be interesting to his readers to play a game of
his own. A game not sanctioned by
the Olympic committee and certainly not sanctioned in the world of legitimate
journalism. Nico Hines decided to
manipulate the emotions of other human beings for the purpose of outing LGBTI
athletes from around the world in Rio.
There was no honor to his journalistic effort and certainly there was no
journalistic integrity. The only
thing Nico Hines accomplished through his sick little twisted game was to bring
harm to those he exposed. Using
dating Apps, he baited gay men into believing he was interested in meeting and
or pursuing a physical relationship.
The problem, according to Nico Hines himself is that he is a straight
man. The purpose of using these
Apps wasn’t for genuine reasons but to write a story outing Olympic athletes,
many of who come from countries where by simply being LGBT is against the law
and in some cases punishable by death!
Nico Hines lacked honor in his approach, he lacked a genuine
sincerity to tell a story. He used
his journalistic skills to bring shame on his own profession. Highlighting the participation of LGBTI
athletes in the Olympic games is certainly a noble intention, but manipulating
your journalistic talent to deceive gay men into believing you are seeking
something that you are not is beyond dishonorable. If the intent of your story was to reveal to the world that
Olympic athletes are using modern technology for the purpose of meeting each other
for physical relationships, then just be honest about your approach. I seriously doubt anyone on earth would
be surprised that young healthy physically desirable gay or straight men and
women seek each other out for romance.
I mean seriously that is a given.
However, that was not the purpose or the result of Mr. Hines
journalistic effort. Regardless of
the purpose the result was Mr. Hines placed many of his targets in grave
harm. This isn’t about your
distant relative finding out about your sexual orientation, this is about a
human being potentially losing their life.
There isn’t any moral fault with using Apps on your smart
phone to meet and socialize with others, including for the purpose of meeting
for potential short term or long-term relationships. Mobile dating originated in 2003 but became more commonplace
in 2007. When I was a young man in
grade school we used to pass notes in class via a friend, to a friend of a
friend, to the boy or girl we wanted to meet. Now young people just text. When I was a young adult, before there were cell phones or
the Internet we would meet other people of interest through friends or in
bars. Now young people just go to
an App on their phone. Meeting
others has not changed, the process of how you go about it has, but at the end
of the day the result is the same.
Everyone seeks friendship and companionship; this is a commonality every
human being on earth shares. No
one should be judged or marginalized for the process or for who they are as a
human being. Nico Hines pathetic
attempt at a human-interest story failed miserably. There is no lesson in winning here, no lesson in the spirit
of competition, no lesson in commonality.
The only lesson that can be derived from this failed attempt at
journalism is simply this……take care of your own life, seek your own set of
morals by looking in a mirror and leave the personal relationships of others
alone.
El caso de Nico
Hines
Los Juegos Olímpicos son una
oportunidad de reunir las diferentes culturas y la diversidad del mundo bajo el
espíritu de la competencia y la integración. Alrededor del mundo y
en prácticamente todos los países de nuestro planeta nos reunimos frente a
nuestros televisores, ordenadores portátiles, iPads y teléfonos inteligentes
para animarnos bajo el espíritu de ser parte de la humanidad, ya que vemos en
estos el desempeño en su forma más genuina. Los atletas juegan para
ganar y disfrutan de su apetito por la victoria, pero además de ganar adoptan
la hermandad del deporte. A través del espíritu competitivo, dichos
atletas, adoptan algo en común por encima de todo lo demás, que es el impulso
hacia el éxito y el alentar a sus compañeros competidores. Cuando
comienza la carrera o el primer servicio, se juega y todo lo demás queda en un
Segundo plano, ningún competidor se centra en el color de la piel o el cabello
de sus oponentes, la altura de la competencia o de la orientación sexual de los
mismos, se centran en su actuación en el punto máximo de su capacidad atlética y
en cruzar la línea de meta primero.
La semana pasada, en Río de
Janeiro, un periodista decidió destacar algo totalmente diferente al mundo de
los juegos olímpicos, él decidió centrarse en las diferencias que nos dividen
en lugar del deporte que nos une. Un hombre joven, caucásico,
casado, heterosexual y con un hijo, decidió que sería interesante para sus
lectores que el jugase un juego propio. Un juego no sancionado por
el Comité Olímpico y ciertamente no sancionada en el mundo del periodismo
legítimo. Nico Hines decidido manipular las emociones de otros seres
humanos con el fin de sacar del closet a atletas LGBTI de todas partes del
mundo en Rio de Janeiro. No hubo honor en su esfuerzo periodístico,
ni ciertamente, hubo integridad periodística alguna. Lo único que
Nico Hines logro a través de su enfermizo y retorcido juego fue hacer daño a
los que expuso. Usando Aplicaciones para buscar pareja, éste provocó
a hombres homosexuales haciéndoles creer que estaba interesado en entablar relaciones
con ellos. El problema, según comento el mismo Nico Hines es que él
es un hombre heterosexual. El propósito de usar estas aplicaciones
no era por razones genuinas, sino para escribir una historia exponiendo a estos
atletas olímpicos, muchos de los cuales provienen de países en los que
simplemente ser LGBTI va en contra de la ley y en algunos casos ¡penados con la
muerte!
Nico Hines no tuvo honor alguno en
su enfoque, le falto la sinceridad genuina necesaria al momento de contar una
historia. Utilizó sus habilidades periodísticas para traer vergüenza
a su propia profesión. Destacar la participación de atletas LGBTI en
los juegos olímpicos es ciertamente una noble intención, pero la manipulación
de su talento periodístico para engañar hombres gay y hacerlos creer que buscaba
algo que realmente no estás buscando, es más allá que deshonroso. Si
la intención de su historia era revelar al mundo que los atletas olímpicos están
utilizando modernas tecnologías con el propósito de conocerse para tener
relaciones, entonces simplemente sea honesto sobre cuál es su planteamiento. Dudo
sinceramente que alguien en este mundo se sorprenda de que sanos jóvenes,
hombres y mujeres, homosexuales o heterosexuales, físicamente deseables busquen
conocerse para propósitos románticos. Quiero decir, esto es
realmente un hecho conocido. Sin embargo, ese no era el propósito o
el resultado del esfuerzo periodístico del Sr. Hines. Independientemente
de la finalidad el resultado es que el Sr. Hines puso a muchos de sus objetivos
en un grave peligro. Esto no se trata sobre un familiar lejano que
descubre tu orientación sexual, Se trata de un ser humano quien potencialmente
puede perder la vida.
No hay ninguna falta de moral en
el uso de aplicaciones para conocer y socializar con otros a través de teléfonos
inteligentes, incluyendo aquellos usos con el fin de relaciones a corto o largo
plazo. Los sistemas para citas en móviles se originaron en 2003,
pero no se convirtieron en algo de uso común hasta el 2007. Cuando
era un jovencito en la escuela primaria solíamos pasarnos notas en clase por
medio de un amigo, a un amigo de un amigo, hasta llegar al niño o niña que
queríamos conocer. Ahora los jóvenes sencillamente envían mensajes
de texto. Cuando yo era un adulto joven, antes de que hubiesen
teléfonos celulares o Internet conocíamos a otras personas de nuestro interés a
través de amigos o en bares. Ahora los jóvenes sólo tienen que ir a
una aplicación en su teléfono. La búsqueda para conocer a otras personas
no ha cambiado, el proceso de cómo hacerlo si, pero al final del día, el
resultado es el mismo. Todo el mundo busca amistad y compañía; este
es un elemento común en todo ser humano sobre la faz de la tierra. Nadie
debe ser juzgado o marginado por el proceso o por lo que son como seres humanos. El
patético intento de historia de Nico Hines sobre los intereses de los seres
humanos fracaso miserablemente. En esta no vimos una lección sobre
ganar, ni lección alguna sobre el espíritu de la competencia, ni lecciones
sobre lo que nos hace comunes los unos con los otros. La única
lección que puede derivarse de este intento fallido de periodismo es
simplemente la siguiente…… encárgate de
cuidar tu propia vida, busca la moralidad mirándote al espejo y no te metas en
las relaciones personales de los demás.
That's disgusting, dirty, unethical and as low as it can get. He should be sanctioned for this act of disrespect to human rights.
ReplyDeleteThat's disgusting, dirty, unethical and as low as it can get. He should be sanctioned for this act of disrespect to human rights.
ReplyDeleteThat's unethical and low. This act is deshonest as a professional and not have worth for human beens.
ReplyDeleteBravo my brother bravo!!!
ReplyDeleteBien!!
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