Tuesday, October 4, 2016

Anger In Politics (Traducción Español Incluido)

The current state of our election cycle in the United States has revealed a level of anger and discourse that I have not seen in my lifetime.  We are witnessing outright hostility and direct personal attacks to a level that makes the gutter appear to be a crystal clear spring.  Political positions, policies and records are certainly a product of debate in the election cycle, however our candidates as well as the voter has resulted to a level of personal attacks, not only on the candidates but also on the candidates family members.  There was a day when the spouses of a candidate and their children were considered “hands off” by not only the candidates but also the media.  We have witnessed in our most recent campaigns a level of name calling and personal attacks that are not appropriate in a house of ill repute, in fact in some cases you might actually be thrown out of such a place for expressing such language.

On a personal reflection I admit I have engaged in political banter that can be construed as less than diplomatic.  I have responded to a variety of personal opinions in social media that was in some cases unnecessary and without merit, after all I don’t claim to be perfect, I am human.  On another note, I am not a candidate for office.  The current state of affairs in our political arena has become so marginalizing that almost no one is immune from reactionary responses.  The professional and social media encourages us to engage in such dialogue by baiting us with inflammatory headlines and opinionated reporting.

The result of this type of communicated responses does not inform the public or raise awareness of the issues.  It only initiates an anger that continues to perpetuate hostility and violence.  Yes, violence.  We have seen an increase in the level of anger in our society that instead of utilizing adult dialogue to find a common ground on which we can resolve our differences, we are instituting the use of insults and innuendo that has resulted in a level of violence in certain sectors we never could have imagined.

Are we not astonished that candidates are willing to publically attack their opponents wife on their personal appearance (as if they don’t own a mirror themselves) and because of party loyalty eventually endorse that candidate without so much as a public apology?  Were we not appalled that journalists were willing to publically criticize the attire of the elected official’s daughter at an inauguration, which I must declare was more than appropriate for a young lady her age, and yet experienced no professional accountability?  You have to wonder why these diversionary tactics have become acceptable.  I have to ask… When did it become socially appropriate for a man to publically criticize the appearance of another man’s wife without recourse?  When did it become socially appropriate for a “professional” journalist to criticize the appearance of another man’s daughter for the clothes she chose to wear?  One must conclude the only motivation behind such behavior is to instigate anger.  As a person who lives a very public life or anyone who chooses to present himself or herself for public acceptance or as a candidate for elected office has to accept the occasional inappropriate comment, however when you attack my spouse or the child of an elected official, you have crossed a line that a public apology cannot repair. 


No doubt this election cycle is irreparable, we as a society have crossed to many lines.  We have collectively allowed the integrity of our process to be denigrated to unimaginable levels.  However, we can and should begin the healing process now.  We still have an opportunity to internalize the anger that has been forced upon us and heal our hearts and souls.  We have an opportunity to seek the truth beyond the intentional deceit that has been presented to us and find a personal resolution allowing us to develop a truly objective position.  For the future of society and our democracies we cannot ignore the damage we created, but instead recognize the opportunity to engage in a respective dialogue for the greater good of our people.  Vote in this election cycle with a clear mind, heart and soul and allow your voice to be unfiltered.  At the end of the day you do have a choice, a choice to participate with anger or to participate with objectivity.  An objective evaluation of any candidate never resulted from…..Anger in politics.

EN ESPAÑOL 

Ira en la política …………

El estado actual de nuestro ciclo de elecciones en los Estados Unidos ha puesto de manifiesto un nivel de ira y un discurso que jamás había visto en mi vida.  Estamos en presencia de una abierta hostilidad y los ataques personales directos a un nivel que hace que los desagües parezcan ser un manantial de agua clara y cristalina.  Las posiciones políticas, las políticas y los registros son sin duda un producto de debate en el ciclo electoral, Sin embargo, nuestros candidatos, así como el votante han dado lugar a un nivel de ataques personales, no sólo de los candidatos en sí, sino también de los familiares de los candidatos.  En otras épocas los cónyuges de un candidato y sus hijos eran considerados como "intocables" no sólo por los candidatos, sino también los medios.  Hemos sido testigos en las campañas actuales, de un nivel de insultos y ataques personales que no son apropiadas ni siquiera en un burdel, de hecho, en algunos casos, podríamos ser sacados de un lugar como este por expresarnos con este tipo de lenguaje.

Tras una reflexión personal, debo admitir que he participado en bromas políticas que pueden ser interpretadas por debajo de los niveles diplomáticos.  He respondido a un sinnúmero de opiniones personales en los medios sociales, que en algunos casos era innecesario y sin mérito, A fin de cuentas, yo no pretendo ser perfecto, soy un ser humano.  Por otro lado, no soy un candidato para un cargo público.  El estado actual de las cosas en nuestra arena política se ha vuelto tan marginando que casi nadie es inmune a dar respuestas reaccionarias.  Los medios profesionales y sociales de comunicación nos animan a participar en este diálogo dándonos el cebo de titulares inflamatorios e informes con trasfondos de diferentes opiniones.

Los resultados de este tipo de respuestas de comunicación no informan al público, ni aumentan el nivel de conciencia sobre los problemas actuales.  Solamente inicia una ira que continúa perpetuando hostilidad y violencia.  Violencia, sí.  Hemos visto un aumento en el nivel de ira en nuestra sociedad que en vez de utilizar el diálogo adulto para encontrar un terreno común sobre el cual podamos resolver nuestras diferencias, estamos instituyendo el uso de insultos e insinuaciones que ha dado lugar a un nivel de violencia en ciertos sectores nunca antes visto.

¿No estamos asombrados de que los candidatos están dispuestos a atacar públicamente la apariencia física de las esposas de sus oponentes (como si ellas no fuesen dueñas de un espejo) y debido a la lealtad a su partido respaldar finalmente a ese candidato, sin ni siquiera una disculpa pública?  ¿Nos horrorizamos con el hecho de que los periodistas estuviesen dispuestos a criticar públicamente la vestimenta de la hija de un funcionario electo en una inauguración, que debo aclarar que era más que adecuado para una joven de su edad, y sin embargo estos profesionales no sufrieron de consecuencias por su responsabilidad en dicho hecho?  Hay que preguntarse por qué se han vuelto aceptable estas tácticas de distracción.  Debo preguntar… ¿Cuando llegó a ser socialmente aceptable que un hombre criticase públicamente la apariencia de la mujer de otro sin decoro?  ¿Cuándo llegó a ser socialmente apropiado que un periodista "profesional" criticase la apariencia de la hija de otro hombre por la ropa que eligió llevar?  Uno debe concluir que la única motivación detrás de este tipo de comportamiento es instigar la ira.  Como una persona que vive una vida muy pública o cualquier persona que opta por presentarse a sí mismo para la aceptación pública o como candidato a un cargo público se debe aceptar el ocasional comentario inapropiado, sin embargo, cuando se ataca a mi cónyuge o el hijo de un funcionario electo, usted ha cruzado una línea que una disculpa pública no puede reparar. 


Sin duda, este ciclo electoral es irreparable, nosotros como sociedad hemos cruzado muchas líneas.  Hemos permitido que colectivamente la integridad de nuestro proceso se denigrase a niveles inimaginables.  Sin embargo, podemos y debemos comenzar el proceso de sanación ahora.  Todavía tenemos la oportunidad de internalizar la ira que ha sido forzada sobre nosotros y sanar nuestros corazones y almas.  Tenemos la oportunidad de buscar la verdad más allá del engaño intencional que se nos ha presentado y encontrar una solución personal que nos permita desarrollar una posición verdaderamente objetiva.  Para el futuro de la sociedad y de nuestras democracias, no podemos ignorar el daño que hemos creado, sino reconocer la oportunidad de participar en un respectivo diálogo por el bien de nuestro pueblo.  Voten en este ciclo electoral con una mente clara, el corazón y el alma y permitan que sus voces sean escuchadas sin filtro alguno.  Al final del día, usted tiene una opción, una opción de participar con ira o de participar con objetividad.  Una evaluación objetiva de un candidato nunca surgió de ... .. la Ira en la política.

Friday, August 12, 2016

The Case of Nico Hines (Español Incluido)


The Olympics is an opportunity to bring together the world’s cultures and diversity in the spirit of competition and cohesiveness.  All around the world in practically every country on earth we gather in front of our televisions, laptops, ipads and smart phones to cheer on the spirit of humanity as it plays out in its most genuine form.  The athletes play to win and they relish in their appetites for victory, but in addition to winning they embrace the brotherhood of sport.  Through their competitive spirit athletes embrace one commonality above all else and that is the drive to succeed and encourage their fellow competitor.  When the race begins or the first serve is played all else is placed aside, no competitor focuses on the color of their opponents skin or hair, the height of the competition or the sexual orientation of their opponent, they focus on their own ability to perform at the peak of their athleticism and to cross the finish line first. 

This past week in Rio a journalist decided to highlight something entirely different in the world of the Olympic games, he chose to focus on the differences that divide us instead of the sport that binds us.  A young straight white married man with a kid decided it would be interesting to his readers to play a game of his own.  A game not sanctioned by the Olympic committee and certainly not sanctioned in the world of legitimate journalism.  Nico Hines decided to manipulate the emotions of other human beings for the purpose of outing LGBTI athletes from around the world in Rio.  There was no honor to his journalistic effort and certainly there was no journalistic integrity.  The only thing Nico Hines accomplished through his sick little twisted game was to bring harm to those he exposed.  Using dating Apps, he baited gay men into believing he was interested in meeting and or pursuing a physical relationship.  The problem, according to Nico Hines himself is that he is a straight man.  The purpose of using these Apps wasn’t for genuine reasons but to write a story outing Olympic athletes, many of who come from countries where by simply being LGBT is against the law and in some cases punishable by death! 

Nico Hines lacked honor in his approach, he lacked a genuine sincerity to tell a story.  He used his journalistic skills to bring shame on his own profession.  Highlighting the participation of LGBTI athletes in the Olympic games is certainly a noble intention, but manipulating your journalistic talent to deceive gay men into believing you are seeking something that you are not is beyond dishonorable.  If the intent of your story was to reveal to the world that Olympic athletes are using modern technology for the purpose of meeting each other for physical relationships, then just be honest about your approach.  I seriously doubt anyone on earth would be surprised that young healthy physically desirable gay or straight men and women seek each other out for romance.  I mean seriously that is a given.  However, that was not the purpose or the result of Mr. Hines journalistic effort.  Regardless of the purpose the result was Mr. Hines placed many of his targets in grave harm.  This isn’t about your distant relative finding out about your sexual orientation, this is about a human being potentially losing their life. 


There isn’t any moral fault with using Apps on your smart phone to meet and socialize with others, including for the purpose of meeting for potential short term or long-term relationships.  Mobile dating originated in 2003 but became more commonplace in 2007.  When I was a young man in grade school we used to pass notes in class via a friend, to a friend of a friend, to the boy or girl we wanted to meet.  Now young people just text.  When I was a young adult, before there were cell phones or the Internet we would meet other people of interest through friends or in bars.  Now young people just go to an App on their phone.  Meeting others has not changed, the process of how you go about it has, but at the end of the day the result is the same.  Everyone seeks friendship and companionship; this is a commonality every human being on earth shares.  No one should be judged or marginalized for the process or for who they are as a human being.  Nico Hines pathetic attempt at a human-interest story failed miserably.  There is no lesson in winning here, no lesson in the spirit of competition, no lesson in commonality.  The only lesson that can be derived from this failed attempt at journalism is simply this……take care of your own life, seek your own set of morals by looking in a mirror and leave the personal relationships of others alone.

El caso de Nico Hines

Los Juegos Olímpicos son una oportunidad de reunir las diferentes culturas y la diversidad del mundo bajo el espíritu de la competencia y la integración.  Alrededor del mundo y en prácticamente todos los países de nuestro planeta nos reunimos frente a nuestros televisores, ordenadores portátiles, iPads y teléfonos inteligentes para animarnos bajo el espíritu de ser parte de la humanidad, ya que vemos en estos el desempeño en su forma más genuina.  Los atletas juegan para ganar y disfrutan de su apetito por la victoria, pero además de ganar adoptan la hermandad del deporte.  A través del espíritu competitivo, dichos atletas, adoptan algo en común por encima de todo lo demás, que es el impulso hacia el éxito y el alentar a sus compañeros competidores.  Cuando comienza la carrera o el primer servicio, se juega y todo lo demás queda en un Segundo plano, ningún competidor se centra en el color de la piel o el cabello de sus oponentes, la altura de la competencia o de la orientación sexual de los mismos, se centran en su actuación en el punto máximo de su capacidad atlética y en cruzar la línea de meta primero. 

La semana pasada, en Río de Janeiro, un periodista decidió destacar algo totalmente diferente al mundo de los juegos olímpicos, él decidió centrarse en las diferencias que nos dividen en lugar del deporte que nos une.  Un hombre joven, caucásico, casado, heterosexual y con un hijo, decidió que sería interesante para sus lectores que el jugase un juego propio.  Un juego no sancionado por el Comité Olímpico y ciertamente no sancionada en el mundo del periodismo legítimo.  Nico Hines decidido manipular las emociones de otros seres humanos con el fin de sacar del closet a atletas LGBTI de todas partes del mundo en Rio de Janeiro.  No hubo honor en su esfuerzo periodístico, ni ciertamente, hubo integridad periodística alguna.  Lo único que Nico Hines logro a través de su enfermizo y retorcido juego fue hacer daño a los que expuso.  Usando Aplicaciones para buscar pareja, éste provocó a hombres homosexuales haciéndoles creer que estaba interesado en entablar relaciones con ellos.  El problema, según comento el mismo Nico Hines es que él es un hombre heterosexual.  El propósito de usar estas aplicaciones no era por razones genuinas, sino para escribir una historia exponiendo a estos atletas olímpicos, muchos de los cuales provienen de países en los que simplemente ser LGBTI va en contra de la ley y en algunos casos ¡penados con la muerte! 

Nico Hines no tuvo honor alguno en su enfoque, le falto la sinceridad genuina necesaria al momento de contar una historia.  Utilizó sus habilidades periodísticas para traer vergüenza a su propia profesión.  Destacar la participación de atletas LGBTI en los juegos olímpicos es ciertamente una noble intención, pero la manipulación de su talento periodístico para engañar hombres gay y hacerlos creer que buscaba algo que realmente no estás buscando, es más allá que deshonroso.  Si la intención de su historia era revelar al mundo que los atletas olímpicos están utilizando modernas tecnologías con el propósito de conocerse para tener relaciones, entonces simplemente sea honesto sobre cuál es su planteamiento. Dudo sinceramente que alguien en este mundo se sorprenda de que sanos jóvenes, hombres y mujeres, homosexuales o heterosexuales, físicamente deseables busquen conocerse para propósitos románticos.  Quiero decir, esto es realmente un hecho conocido.  Sin embargo, ese no era el propósito o el resultado del esfuerzo periodístico del Sr. Hines.  Independientemente de la finalidad el resultado es que el Sr. Hines puso a muchos de sus objetivos en un grave peligro.  Esto no se trata sobre un familiar lejano que descubre tu orientación sexual, Se trata de un ser humano quien potencialmente puede perder la vida. 



No hay ninguna falta de moral en el uso de aplicaciones para conocer y socializar con otros a través de teléfonos inteligentes, incluyendo aquellos usos con el fin de relaciones a corto o largo plazo.  Los sistemas para citas en móviles se originaron en 2003, pero no se convirtieron en algo de uso común hasta el 2007.  Cuando era un jovencito en la escuela primaria solíamos pasarnos notas en clase por medio de un amigo, a un amigo de un amigo, hasta llegar al niño o niña que queríamos conocer.  Ahora los jóvenes sencillamente envían mensajes de texto.  Cuando yo era un adulto joven, antes de que hubiesen teléfonos celulares o Internet conocíamos a otras personas de nuestro interés a través de amigos o en bares.  Ahora los jóvenes sólo tienen que ir a una aplicación en su teléfono. La búsqueda para conocer a otras personas no ha cambiado, el proceso de cómo hacerlo si, pero al final del día, el resultado es el mismo.  Todo el mundo busca amistad y compañía; este es un elemento común en todo ser humano sobre la faz de la tierra.  Nadie debe ser juzgado o marginado por el proceso o por lo que son como seres humanos.  El patético intento de historia de Nico Hines sobre los intereses de los seres humanos fracaso miserablemente.  En esta no vimos una lección sobre ganar, ni lección alguna sobre el espíritu de la competencia, ni lecciones sobre lo que nos hace comunes los unos con los otros.  La única lección que puede derivarse de este intento fallido de periodismo es simplemente la siguiente…… encárgate de cuidar tu propia vida, busca la moralidad mirándote al espejo y no te metas en las relaciones personales de los demás.

Friday, March 18, 2016

Will Words Fail Me.......(Español Incluido)



It is in times of the most continuous chaos that we often find moments of solitude and reflection revealing to us that despite all of the hate and anger that surrounds us there still exists love and humanity.  Throughout history we have witnessed on many occasions the inhumanity of man but it is in recent times we have seen a lack of sensitivity to this inhumanity.  We are witnessing a different type of response to the inhumanity that exists in the world today.  It has become most common to spew words of vulgarity and insensitivity toward others throughout not only social media, but throughout the world of traditional media.  Government officials and political candidates go to great lengths to avoid the real issues at hand by diverting their constituents attention with conversation most commonly reserved for houses of ill repute.  Religious men and women motivate their congregations by disseminating fear and untruths with words of hate and discrimination while lining their pockets with the money of those they have committed to care for and support.  And as a society we have become so desensitized to the worlds atrocities we cannot even muster a moment of silence for the loss of innocence without the criticism of many.

Words like dignity, integrity, grace and decency are no longer nouns used in our modern language, however the more concerning element is not the lack of the use of these words but the lack of behavior in our society these words define.  There was a time when an exchange of ideas between adults could exist without resulting to childlike communication techniques.  There was a time when one presented their position they did so without the use of profanity and personal attack.  If your only ability to assess the value of another person’s character is through criticism and the use of inappropriate language then clearly your assessment is with ill intention and full of judgment.  Of course there are circumstances where a more poignant point would deem necessary to convey one’s strong disbelief but it can be communicated without name calling. 

The evolution of communication has allowed us the ability to engage with virtually anyone in the world today.  We can through a variety of mediums directly communicate with a perfect stranger in a foreign land using a foreign language we may not even fully understand.  This process provides us with the security of anonymity and security of speaking and communicating in a fashion that we no longer feel any danger of repercussion for our expressed thoughts.  In addition, we have become so accustomed to the use of non-specific language to drive fear and motivation into our society that regardless of what one may say they have the ability to claim a lack of intention or that they were misquoted or their meaning was miscommunicated by the media.  This use of generic terms has allowed politicians, religious and social leaders to institute a moral compass, not applicable to them, for the purpose of judging others without holding themselves accountable to the same standard.  But at what point in the deterioration of our communication skills will we as a society say enough is enough?  At what point will we make a conscious choice to reinstitute a more refined manner of communication in hopes of developing a more refined society?  You see what we say matters, but how we say it matters just as much.  Words can cause great harm when inappropriately used and it seems to me we have many in our world culture who are intentional on causing as much harm to others as possible through the inappropriate use of words. 


It is my hope we can continue to have vigorous debate, generate spontaneity and drive our society forward through communication.  We must continue dialogue and create ideas for a better future for all people but it must be done with dignity, integrity, grace and decency if we are truly genuine in our endeavors of retaining our existence with love and humanity.  Not for my hope…….will words fail me.


Me faltarán las palabras…

Es en tiempos del caos más continuo que a menudo nos encontramos con momentos de soledad y reflexión, revelándonos que a pesar de todo el odio y la rabia que nos rodea aún existe el amor y la humanidad.  A lo largo de la historia hemos sido testigos, en repetidas ocasiones, de la crueldad del ser humano, mas no ha sido hasta épocas recientes que observamos una falta de sensibilidad hacia dicha inhumanidad.  Lo que vemos es un tipo distinto de respuesta a la inhumanidad que existe en el mundo hoy.  Ya es muy común proferir palabras vulgares e insensibles hacia los demás, no solo a través de las redes sociales sino también a través de los medios tradicionales.  Los funcionarios de gobierno y los candidatos políticos hacen todo lo posible por evitar las problemáticas reales que nos aquejan, desviando la atención de sus votantes con conversaciones que se escuchan más en una casa de mala reputacion.  Los hombres y mujeres religiosos incitan a sus fieles difundiendo temor y falsedad con epítetos de odio y discriminación, mientras llenan sus bolsillos con los dineros de aquellos a quienes se han comprometido a cuidar y apoyar.  Y como sociedad nos hemos vuelto tan insensibles a las atrocidades de este mundo que ni siquiera somos capaces de observer un momento de silencio por la pérdida de inocencia sin ser sepultados por las críticas de muchos.

Palabras como dignidad, integridad, gracia, elegancia y decencia son términos que el lenguaje moderno ya no emplea, aunque lo más preocupante no es que estas palabras estén en desuso sino que la sociedad hoy, con su comportamiento, no refleja una actitud cónsona con lo que las mismas definen.  Hubo una época en que un intercambio de ideas entre adultos podía darse sin devenir en una especie de rebatiña infantil.  Hubo una época en que al plantear uno su opinión lo hacía sin apelar a lenguaje profano o ataques personales.  Si una persona sólo es capaz de valorar el carácter de otra por medio de la crítica y el uso de lenguaje inapropiado está claro que su valoración es malintencionada y plagada de opiniones sentenciosas.  Claro que existen circunstancias en que un tema más acuciante podría ameritar que uno manifieste su incredulidad de forma contundente, pero ésto puede hacerse sin insultos.

La evolución de la comunicación nos permite interactuar con prácticamente cualquiera en el mundo de hoy.  Gracias a una diversidad de medios podemos comunicarnos directamente con un desconocido en un país extraño, en un idioma extraño que posiblemente ni siquiera comprendemos a cabalidad.  Este proceso nos brinda la garantía del anonimato y la seguridad de poder hablar y comunicarnos de una manera que ya no sintamos miedo a la repercusión por las ideas expresadas.  Además, nos hemos acostumbrado tanto al uso de lenguaje no específico para infundir temor e incitación en nuestra sociedad que independientemente de lo que uno pueda decir ellos tienen la capacidad de afirmar falta de intención o bien que sus declaraciones fueron mal interpretadas o que los medios no comunicaron el mensaje correctamente.  Este uso de términos genéricos ha permitido a políticos y líderes religiosos y sociales a instituir una guía moral, que no se aplica a ellos, con el propósito de juzgar a otros, sin sentirse obligados a medirse ellos con la misma vara.

Pero, ¿en qué momento en el deterioro de nuestras habilidades de comunicación diremos ¡basta! como sociedad?  ¿En qué momento tomaremos la decisión consciente de volver a instituir una forma de comunicación más refinada con la esperanza de construir una sociedad más refinada?  Ocurre que lo que decimos importa, pero igual importa cómo lo decimos.  Las palabras pueden causar mucho daño cuando se usan inadecuadamente y me parece que son muchos en nuestra cultura mundial que están decididos a causar a otros el mayor daño posible mediante el uso inapropiado de las palabras.


Confío que podremos seguir sosteniendo vigorosos debates, generar espontaneidad e impulsar hacia adelante nuestra sociedad a través de la comunicación.  Debemos continuar el diálogo y crear ideas para un mejor futuro para todos, pero ésto debe hacerse con dignidad, integridad, gracia, elegancia y decencia, si somos verdaderamente genuinos en nuestro propósito de conservar nuestra existencia con amor y humanidad.  Mientras no pierda la esperanza…no me faltarán las palabras.

Thursday, January 14, 2016

HELLO 2016! (Español Incluido)


Milestones exist throughout our lifetime, birthdays, anniversaries, births and deaths, but one common milestone every human being experiences collectively is the beginning of a new year.  Some reflect on accomplishments of the previous year, some reflect on goals unaccomplished and some will make resolutions not to repeat past failures or to achieve self-imposed expectations.  What is it about the one day of a year that brings such collective response from all of humanity, a motivation that brings a swell of emotion inside us that we gather together to create enormous celebrations televised around the world with extraordinary displays of fireworks and concerts and revelry only seen on this one day? 

As I open my mind to the reflection of the past year and look forward to the experiences that await me in 2016, I look for my own motivations and challenges that drive me to be a better human being.  These motivations and drives are developed from within ourselves as our only ability to improve as a person is self-evaluation.  Of all experiences in this past year, my newfound love of golf taught me many things about my personal drive and myself in 2015.  I had the wonderful opportunity to share many days throughout 2015 with new friends engaging in new and exciting conversations in a relaxed and yet challenging environment with nature.  I tried my swing on the golf course in my early 20’s and clearly was an extraordinary failure in my mind and quickly passed on to other interests.  What I learned this past year is I was not in a place in my life to embrace self-evaluation and clearly was too critical of my ability to learn from what life was providing me at that time.  Years later and somewhat more mature I approached the game of golf from a perspective of appreciation.  Golf taught me to appreciate my health, the fact that I was healthy enough to swing the club.  I learned my patience level for life’s experience had improved dramatically with age, I didn’t need to hit every shot with accuracy and distance.  I learned to enjoy just being in the moment, sharing a laugh with new friends, not taking myself too serious and recognizing that for a few hours I was blessed to simply exist.  And of course I realized the final score didn’t determine if I won or lost because just being in that moment was winning.  It was through these experiences on that golf course that taught me how precious that friendships with other human beings teach us how to be friends and have respect with ourselves.  As a result of these experiences we grow internally and through our self-guidance and respect become better human beings.  This past year, it was through the love of golf that allowed me to recognize my improved patience level, my ability to compete with grace, my drive to improve and my appreciation for the simplicities of life.

I have no idea what experiences or opportunities may be awaiting me in 2016.  I don’t have a specific goal, resolution or challenge I have set my sights on, but I what I do have is a realization that life will always provide an option for a beautiful path ahead.  I am a man of faith and I do believe God ultimately provides love in our lives.  It is through this faith I know I have been given the ability to recognize and evaluate the roads ahead.  I may not always realize which path is smoother or the easiest, however I do through faith and life’s experiences appreciate the growth that the pot filled difficult road provides.  As you stand on the threshold of a new year in your life I encourage you to appreciate all the blessings the previous year provided for you including those difficult moments you would have rather not experienced.  Allow life to happen and regardless of the difficulties or blessings 2016 may bring you keep a smile on your face, allow yourself to appreciate the simplicity of existence, recognize winning is simply having played the game and embrace your opportunity to experience a new road.  It is change, easy or difficult change, that allows us to improve as people, as a culture and as a society.  So as I look forward to a few more rounds of golf, losing a few pounds and finding new ways to grow and share life with my fellow man, I have to say….HELLO 2016!

Hola 2016!

Existen hitos a lo largo de nuestra vida, cumpleaños, aniversarios, nacimientos y muertes, pero un hito común que cada ser humano experimenta colectivamente es el comienzo de un nuevo año. Algunos reflexionan sobre los logros del año anterior, algunos en los objetivos alcanzados, y otros harán resoluciones para no repetir fallas pasadas o para alcanzar las expectativas autoimpuestas. ¿Y qué tiene este, el único día del año que trae semejante respuesta colectiva de toda la humanidad, un motivo para una oleada de emociones dentro de nosotros mismos, para reunirnos y crear gigantescas celebraciones televisadas por en todo el mundo, con un despliegue extraordinario de fuegos artificiales, conciertos y fiestas que sólo se ven este día?
Cuando abro mi mente a la reflexión sobre el año que pasó y aguardo con impaciencia las experiencias que me esperan en 2016, busco mis propias motivaciones y desafíos que me impulsan a ser un mejor ser humano. Estas motivaciones e impulsos que se desarrollan dentro de nosotros mismos, como nuestra única posibilidad de mejorar como persona es la autoevaluación. De todas las experiencias de este año que pasó, mi nuevo amor por el golf me enseñó muchas cosas sobre mí y mi motivación personal en 2015. Tuve la maravillosa oportunidad de compartir muchos días durante el 2015 con nuevos amigos con quienes participé en conversaciones nuevas y fascinantes, en un ambiente relajado y aun así, desafiante, con la naturaleza. Intenté hacer mi swing en el campo de golf en mis primeros años 20, y, obviamente, fue un fracaso extraordinario, por lo que pasé raudo a otros intereses. Lo que aprendí el año pasado es que no estaba en un punto en mi vida para abrazar la autoevaluación, y claro, fui demasiado crítico con mi capacidad de aprender de lo que la vida me estaba dando en ese momento. Años más tarde, y ya un poco más maduro, me acerqué al juego de golf desde otra perspectiva, de revalorización. El golf me enseñó a apreciar mi salud, el hecho de que yo estaba lo suficientemente sano como para hacer oscilar el palo. Aprendí que mi nivel de paciencia con la experiencia de vida había mejorado de manera sensacional con la edad, que no necesitaba golpear en cada tiro con precisión y distancia. Aprendí a disfrutar simplemente estar en el momento, compartir una risa con nuevos amigos, no tomarme a mí mismo demasiado en serio, y reconocer que durante unas horas estaba bendecido con existir, simplemente. Y, por supuesto, me di cuenta de que la puntuación final no determinaba si ganaba o perdía porque sólo con el hecho de ser en ese momento, ya yo estaba ganando. Fueron estas experiencias en ese campo de golf lo que me enseñó cómo la valiosa amistad con otros seres humanos nos enseña a ser amigo y sentir respeto por uno mismo. Como resultado de estas experiencias crecemos internamente y mediante nuestra guía propia y respeto personal llegamos a ser mejores seres humanos. El año pasado, fue el amor al golf lo que me permitió tener conciencia de mi mejorado nivel de paciencia, mi capacidad para competir con gracia, para mejorar mis impulsos y mi agradecimiento por la sencillez de la vida.
No tengo idea de qué experiencias y oportunidades pueden estar esperándome en el 2016. No tengo una meta, resolución o reto específico en que haya puesto mis ojos, pero lo que sí tengo es la comprensión de que la vida siempre nos presentará una opción para un hermoso camino por delante. Soy un hombre de fe y creo que Dios, en última instancia, trae amor a nuestras vidas. Es a través de esta fe que sé que se me ha dado la capacidad de reconocer y evaluar los caminos por recorrer. Puede ser que no siempre me dé cuenta de qué camino es más llano o cuál es el más fácil; sin embargo, a través de la fe y las experiencias de la vida sí logro apreciar el crecimiento que me ofrece el camino difícil, lleno de obstáculos. Ahora, cuando usted está en el umbral de un año nuevo en su vida, le animo a apreciar todas las bendiciones que el año anterior le ofreció, incluyendo los momentos duros que usted habría preferido no tener que experimentar. Permita que la vida acontezca, y sin importar las dificultades o las bendiciones que el 2016 pueda traerle, mantenga una sonrisa en el rostro, permítase apreciar la naturalidad de la existencia, reconozca que ganar no es más que reconocer haber jugado, y acoja la oportunidad de experimentar un nuevo camino. Es el cambio, fácil o difícil, el que nos permite mejorarnos como personas, como cultura y como sociedad. Por eso, mientras estoy deseando jugar unas cuantas partidas de golf más, perder unas pocas libras y encontrar nuevas formas de crecer y compartir la vida con mi prójimo, tengo que decir:.....Hola 2016!
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